miércoles, 9 de noviembre de 2011

LOS PEQUEÑOS INDIOS VISITAN LIVERPOOL

Durante el mes de mayo de 2011, los niños de la tribu convivimos durante cinco días con un grupo de niños de Sefton que vinieron a Zamora. Lo hicimos en el CRIE, compartiendo actividades, comedor, tiempo libre... En octubre tocaba devolver la visita, y como Liverpool está tan lejos, no era cuestión de ir a caballo; el avión es más rápido y hasta más seguro dada la tierna edad de los jinetes. Eso sí, una vez allí pudimos montar a caballo y tirar con el arco, actividades muy acordes con nuestra condición de sioux.

Del 3 al 7 de octubre cambiamos por completo nuestro entorno de vida y estuvimos en un territorio totalmente desconocido. Todo era nuevo para nosotros: el idioma, las casas (no había tipis), la comida (algunos adelgazamos)... Pero otras cosas sí nos resultaban cercanas, como los bosques y las praderas de un verde intenso.

Con nosotros fueron Awi Ni'ta, nuestro instructor; Lorenzo, el Gran Jefe; Óscar, el que hace de todo; y Eva, en sioux "Katá Mayá" (La que habla otras lenguas), sin cuya presencia hubiese resultado más dura la experiencia.



Amalia, niña de la tribu que estuvo en Liverpool, se ha hecho pasar por periodista y escribe así la noticia.


Intercambio escolar
Los niños de la candelaria estuvieron en Liverpool con un intercambio escolar.

Del 3 al 7 de octubre de 2011, los niños de La Candelaria, estuvieron en Liverpool en un intercambio escolar con un colegio llamado Lander Road. Estuvieron en un sitio llamado Crosby Hall que era una especie de albergue.
Lo que más extrañaron fue la comida, puesto que es muy diferente a la de aquí, España. Por votación de los niños, lo que más les gustó fue una cosa que hicieron que era como un campo de concentración. Nos han contado que había un montón de ejercicios que había que hacer tantas veces como uno pudiera; había uno que era una especie de pared bastante alta, que había que poner un pie en la rodilla del compañero, otro pie en su hombro y impulsarse para saltar la pared. Otros niños que no votaron por el campo de concentración, votaron por los caballos, puesto que montaron a caballo.A algunos les daba miedo, pero después de montar, les gustó muchísimo.
Lo que es decepcionó un poco fue el hecho de que los niños ingleses no eran los mismos que estuvieron aquí, en el CRIE de Zamora, pero aún así, no les importó, puesto que hicieron amigos enseguida.
La última noche de estancia en el Crosby Hall tuvieron una fiesta, a la que acudieron los niños ingleses que estuvieron en el CRIE de Zamora. Los niños disfrutaron un montón de la fiesta. Eso sí, ¿qué es lo que nunca falta en las despedidas? Pues claro, los llantos; algunos niños españoles lloraban y lloraban sin cesar.
Al día siguiente, los niños cogieron las maletas y se fueron hacia el autobús, el cual les llevó a un colegio de Sefton, donde visitaron sus aulas, comieron y se fueron de camino al aeropuerto.
Y, ¡cómo no!, lo que no puede faltar en esta noticia es qué tal fue el avión. Al parecer los niños volvieron muy bien en el avión aunque pocos habían montado antes en él.
Llegaron a España, cogieron el autobús, pararon a mitad del camino para cenar algo y después de un largo, qué digo, larguísimo viaje, llegaron a las dos de la mañana a Zamora, donde les esperaban sus padres.

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